El Papa Francisco sigue haciendo ademán de sencillez. La última decisión del pontífice es la de utilizar como coche personal un Renault 4 de casi 30 años y con un recorrido acumulado de 300.000 kilómetros.
En un primer momento el coche escogido por el Papa Francisco se trató de un Ford Focus de cinco años de antigüedad, pero una propuesta de última hora hizo que el jerarca de la Iglesia Católica apostase por un modelo aún más antiguo.