Habrá tres zonas de taquillas, una de ellas -la de la carretera del Carmel- con lavabos públicos y vestuarios
El Park Güell de Barcelona inicia este martes las obras de las instalaciones necesarias para la regulación de accesos a su zona monumental, según ha informado el Ayuntamiento.
Los trabajos de adecuación han sido planificados de forma que no afectarán a la afluencia de vecinos y visitantes del parque, y está previsto que finalicen en septiembre. Los trabajos abarcan dos ámbitos: la instalación de taquillas, situadas en los accesos del lateral derecho de la calle Olot y la avenida del Santuari de Sant Josep de la Muntanya, y un módulo situado en el acceso de la carretera del Carmel, que incluye taquillas, servicios públicos y vestuarios; ambos elementos, situados fuera del recinto.
El segundo ámbito contempla instalaciones eléctricas, fibra óptica y comunicaciones, que darán servicio a los cinco puntos de control de acceso de la zona monumental, que no contará con ningún elemento fijo de regulación.
A lo largo de los últimos meses, se han efectuado en el parque diversas obras de conservación y mejora, destacando las de los accesos, la Casa-Museu del Guarda y la renovación de pavimento del paseo de Les Palmeres.
Libre acceso para los vecinos
Está previsto que en otoño se empiece a aplicar el limite de 900 personas en el área monumental y a cobrar a los turistas por acceder a ella. Los vecinos de los barrios próximos al parque y los miembros de la comunidad educativa de la escuela que se encuentra en el interior del recinto recibirán el distintivo que les permite acceder libremente en los próximos meses, según han indicado fuentes municipales
BARCELONA- El Park Güell ya no será la única obra importante de Gaudí en Barcelona con entrada gratuita. El Ayuntamiento confirmó ayer que a partir del próximo mes de octubre, los turistas tendrán que pagar una entrada de cinco euros. Además, los turistas que lleguen en autocares al parque deberán llevar la entrada para acceder a la zona restringida, que tendrá una franja horaria de acceso. Los vecinos del barrio no tendrán problemas de movilidad por el recinto. El resto de barceloneses podrán entrar de manera gratuita al interior del recinto, aunque tendrán que solicitar una tarjeta especial. Durante este verano se buscará la fórmula para controlar su acceso, así como la manera de acreditar a los vecinos de la zona y las personas que acceden a su interior diariamente, como trabajadores del parque o de la escuela e instalaciones de su interior.
En declaraciones a los medios, la cuarta teniente de alcalde de la ciudad, Maite Fandos, argumentó ayer que los turistas paguen por dos motivos: para regular el acceso y por la convicción de que «el desgaste del Park Güell no tiene que soportarlo el ciudadano de Barcelona». Fandos recordó que el parque es un monumento protegido por la Unesco y exige un mantenimiento que «cuesta mucho dinero a los ciudadanos de Barcelona».
El gobierno municipal descartó regular el acceso a todo el parque y opta por limitar la afluencia a la zona más visitada para proteger el monumento, lo que incluye la escalinata del dragón de Gaudí, la sala hipóstila, la plaza y el pórtico de la Bugadera. Como es habitual en los museos, esta zona estará delimitada con una cinta y solo se permitirá que haya un número determinado de personas a la vez, con lo que se mejorará en la calidad de la visita, según Fandos.
Ordenar afluencia
La teniente de alcalde dijo que el ordenar la afluencia de público para preservar el entorno monumental del Park Güell ha sido uno de sus primeros retos y para ello responsables municipales y entidades vecinales constituyeron la Mesa del Park Güell, que ahora trabaja sobre esta propuesta.
De esta manera, el Park Güell pasa a ser la última gran obra de Gaudí que hasta la fecha era de acceso gratuito en Barcelona, sumándose a una lista en la que están el templo de la Sagrada Familia, la Casa Milà, la Casa Batlló y el Palau Güell. El resto de construcciones del genio modernista en Barcelona, son viviendas privadas cerradas al público –la Casa Vicens y la Torre Bellesguard– o están en funcionamiento, por lo que su acceso es muy limitado –la Finca Güell o el colegio de las Teresianas–.
El Park Güell es, junto con la Sagrada Familia, la creación de Gaudí con más visitas anualmente, como lo demuestran los 4 millones de personas que pasan por el parque. La iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona de fijar un «peaje» para turistas no es nueva y ya había surgido con anterioridad. De esta manera también se quiere buscar un turismo de calidad y acabar con la imagen de degradación en algunas zonas del parque con la presencia incluso de manteros.
Esta gran obra de Gaudí fue un encargo de uno de sus mecenas, Eusebi Güell, quien compró una extensa finca en el barrio de Gràcia. Allí quiso construir una ciudad-jardín, pero el proyecto no salió según las ideas de Güell porque solamente consiguió vender tres parcelas, y el trabajo se detuvo en 1914, ya que había resultado un fracaso. En 1926 fue abierto al público, convirtiéndose en uno de los símbolos de la ciudad.